Sólo uno de los numerosos hijos de Joaquín El Chapo Guzma, logró llegar a tener casi el nivel de fama que tenía su Padre. Ovidio Guzmán López, fue detenido el jueves en Culiacán, Sinaloa. Es hijo del narcotraficante y de su segunda esposa, Griselda Guzmán López,
Ovidio y sus soldados protagonizaron el jueves un ataque multiple que causó 29 muertos, entre ellos 10 soldados, y sembró el terror en México. Cortaron carreteras, incendiaron coches y abrieron fuego a diestra y siniestra.
El Departamento de Estado de Estados Unidos estima que producía más de 3.000 kilos de metanfetamina al mes. En cuanto a la participación de Los Chapitos y Ovidio en el narco en Sinaloa, todavía hay muchas inquietudes sin resolver. Los gringos podrían beneficiarse de su detención. Quién sabe. Muchos mexicanos creen que las actuales conversaciones entre ambos países tienen algo que ver con la detención del narco, y el presidente de Estados Unidos
Ovidio, también conocido como El Ratón, es el menor de los cuatro hermanos que figuran como residentes en Washington. Nació en Culiacán en 1990 y se crió en el acomodado barrio de Jardines del Pedregal de Ciudad de México, igual que los hijos de Pablo Escobar en Rosales de Bogotá.
El Ratón, según los investigadores estadounidenses, era un joven narcotraficante. Según la información del expediente del Departamento de Estado, su hermano mayor, Edgar, asesinado en una tienda de Culiacán en 2008, le dejó el negocio. Así lo vivió el muchacho, que entonces tenía 18 años. Ovidio y su hermano Joaquín empezaron a gastar mucho dinero en la compra de cocaína en Colombia y marihuana en México. Con el fin de empezar a fabricar metanfetamina, también comenzaron a importar efedrina desde Sudamerica
En 2019 se intentó detener a Ovidio Guzmán López en su residencia en el corazón de Sinaloa, no lejos del lugar donde su hermano Edgar había perecido una década antes. El esfuerzo se quedó corto. Los Chapitos inundaron las calles en gran número. Al igual que el jueves 5 de Enero del 2023, incendiaron automóviles, camiones y tráileres mientras obstruían calles y carreteras. Todo tuvo lugar al mediodía, los sicarios hacían desfilar sus armas de fuego por las calles, mientras los trabajadores salian a su hora de comer, y los niños salían de las escuelas.
Fue el primer culiacanazo; Los vídeos de Ovidio Guzmán diciendo a sus matones que se detuvieran, “¡Paren todo, escuchen, ya me entregué!”, mientras sujetaba el teléfono y era sujetado por soldados en la puerta de su casa, forman parte de la colección de imágenes increíbles que dejó aquel día. Pero persistieron. La situación había llegado a tal estado de anarquía que el Presidente López Obrador ordenó su liberación
El contraste con su padre es evidente. El Chapo siempre estuvo huyendo mientras le perseguían. Estaba escondido en Guatemala cuando fue detenido por primera vez. Escapó antes de la segunda arrastrándose por un túnel bajo una bañera. En la tercera, tras su segunda fuga, intentó pasar desapercibido en un motel frente al mar. Ovidio, sin embargo, no lo hizo. Él, su hermano Joaquín y sus hombres se han enfrentado a los militares con potentes armas y no han escatimado en disparar contra aviones del ejército,
“Esta es la primera generación de traficantes de Sinaloa nacidos en la riqueza”, dijo Alejandro Hope, analista de seguridad y ex funcionario de los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
Ovidio vivía en El Pedregal… En otras palabras, eligió dedicarse al narcotráfico. Podría haber sido ingeniero, arquitecto o cualquier otra cosa, pero no lo fue.