Familias de la sindicatura de Jesus Maria, donde fue aprehendido Ovidio Guzmán López, exigieron la salida del Ejército y las autoridades estatales de sus comunidades, armados con pancartas y equipo de sonido. Destruyeron los cristales de una de las puertas de acceso en su intento por entrar al Palacio de Gobierno.
Los manifestantes que intentaron ingresar al área de oficinas fueron detenidos por elementos de la Policía Estatal Preventiva, y se registraron riñas entre los asistentes, lo que ocasionó que se rompieran los cristales de una de las puertas y no lograran su objetivo.
Elena “N”, una de las líderes del grupo, se quejó de que los militares siguen asaltando sus casas, infundiendo miedo hasta el punto de que no pueden enviar a sus hijos a la escuela porque están constantemente aterrorizados.